El champgane es un vino espumoso originario de la región de Champagne, Francia y es muy apreciado en el resto del mundo. Tanto es así que muchos países se han esforzado en conseguir bebidas similares para comercializarlos y hacer frente a la competencia francesa.
Esta bebida se elabora con 3 cepas: Pinot Noire, Pinot Menier y Chardonnay.
Hay vestigios que desde la era terciaria había viñedos en Champagne y se los utilizaba para obtener vinos; desde entonces y hasta la llegada de los celtas, se siguió con ésta tradición, pero es a partir del año 57 aC, cuando Julio César invade la Galia y los romanos se asientan en ésta región, instalándose en ella los nobles y comenzando con el cultivo tradicional de la vid. Es entonces cuando surge el Champagne.
En el año 496, los francos se apoderan de ésta zona y Clovis es declarado rey de la Galia y durante los dos siglos siguientes se le da auge al cultivo de viñas en torno de las abadías, la más notable es la de Hautvillers. Se celebran grandes ferias en la región, y esto junto con la facilidad de transporte por los rios y por las vías romanas, se da un gran impulso a los vinos de Champagne que competían con los de Borgoña.
En 1638 nace Pierre Perignon. Se hizo benedictino y fue administrador de la abadía de Hautvillers que disponia de grandes plantaciones de viñedos. Perignon observó que el vino, tras el invierno, tendía a soltar burbujas y quiso embotellarlo con ellas, por lo que pensó que una segunda fermentación debía llevarse a cabo dentro de la botella, pero el problema radicaba en que cerrar la botella, hasta que un día encontró a unos peregrinos españoles que cerraban sus cantinploras con corcho y decidió hacer lo mismo con sus vinos, asegurándolos además con una cuerda para que así la segunda fermentación fuera posible dentro de la botella. También se le ocurrió mezclar uvas de distintas zonas mejorando el "champagne" y establecer algunas reglas para su elaboración, como son las de no usar más que uvas pinot noir, podar los viñedos para que no alcanzaran más de 90 cm de altura, recoger sólo las uvas que estaban enteras y cuando hacía frío, poner telas húmedas sobre los racimos que estaban al sol para conservarlos frescos, no permitir ningún tipo de maceración que cambiase el sabor del mosto, dar varias prensadas rápidas y suaves separando el mosto de cada prensada.
Así es como Don Perignon mejoró ostensiblemente el ya existente Método Champenoise, aunque muchas ocasiones se le atribuye a él su descubrimiento.
En seguida el champagne se puso de moda en la corte francesa y era un gran signo de elegancia y refinamiento. Aún quedaban varios problemas por resolver, como el de las roturas de las botellas por el gas. Pronto se subsanó fijando la proporción de azúcar que se añade a la segunda fermentación de la botella. Otro gran problema era el e quitar de las botellas los residuos sólidos que enturbiaban el vino. Esto lo resolvió la viuda de Clicquot perforando unas mesas y poniendo y poniendo las botellas boca abajo, removiéndolas y haciendo que los residuos se depositen en el tapón sacando después el corcho y poniendo uno nuevo.
Fue entonces cuando el Champagne ya estuvo listo para que llegara a nosotros tal y como lo conocemos actualmente.
Fuente
Revista Gula
http://www.gula.com.br/
fotos
www.google.com.ar/images
Esta bebida se elabora con 3 cepas: Pinot Noire, Pinot Menier y Chardonnay.
Hay vestigios que desde la era terciaria había viñedos en Champagne y se los utilizaba para obtener vinos; desde entonces y hasta la llegada de los celtas, se siguió con ésta tradición, pero es a partir del año 57 aC, cuando Julio César invade la Galia y los romanos se asientan en ésta región, instalándose en ella los nobles y comenzando con el cultivo tradicional de la vid. Es entonces cuando surge el Champagne.
En el año 496, los francos se apoderan de ésta zona y Clovis es declarado rey de la Galia y durante los dos siglos siguientes se le da auge al cultivo de viñas en torno de las abadías, la más notable es la de Hautvillers. Se celebran grandes ferias en la región, y esto junto con la facilidad de transporte por los rios y por las vías romanas, se da un gran impulso a los vinos de Champagne que competían con los de Borgoña.
En 1638 nace Pierre Perignon. Se hizo benedictino y fue administrador de la abadía de Hautvillers que disponia de grandes plantaciones de viñedos. Perignon observó que el vino, tras el invierno, tendía a soltar burbujas y quiso embotellarlo con ellas, por lo que pensó que una segunda fermentación debía llevarse a cabo dentro de la botella, pero el problema radicaba en que cerrar la botella, hasta que un día encontró a unos peregrinos españoles que cerraban sus cantinploras con corcho y decidió hacer lo mismo con sus vinos, asegurándolos además con una cuerda para que así la segunda fermentación fuera posible dentro de la botella. También se le ocurrió mezclar uvas de distintas zonas mejorando el "champagne" y establecer algunas reglas para su elaboración, como son las de no usar más que uvas pinot noir, podar los viñedos para que no alcanzaran más de 90 cm de altura, recoger sólo las uvas que estaban enteras y cuando hacía frío, poner telas húmedas sobre los racimos que estaban al sol para conservarlos frescos, no permitir ningún tipo de maceración que cambiase el sabor del mosto, dar varias prensadas rápidas y suaves separando el mosto de cada prensada.
Así es como Don Perignon mejoró ostensiblemente el ya existente Método Champenoise, aunque muchas ocasiones se le atribuye a él su descubrimiento.
En seguida el champagne se puso de moda en la corte francesa y era un gran signo de elegancia y refinamiento. Aún quedaban varios problemas por resolver, como el de las roturas de las botellas por el gas. Pronto se subsanó fijando la proporción de azúcar que se añade a la segunda fermentación de la botella. Otro gran problema era el e quitar de las botellas los residuos sólidos que enturbiaban el vino. Esto lo resolvió la viuda de Clicquot perforando unas mesas y poniendo y poniendo las botellas boca abajo, removiéndolas y haciendo que los residuos se depositen en el tapón sacando después el corcho y poniendo uno nuevo.
Fue entonces cuando el Champagne ya estuvo listo para que llegara a nosotros tal y como lo conocemos actualmente.
Fuente
Revista Gula
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